Cada vez son más numerosos los dentífricos que añaden diferentes sustancias herbales a su composición.Se trata de encontrar componentes naturales con eficacia similar a la de los químicos, pero sin sus efectos colaterales.
Una de estas sustancias es el aloe vera (aloe barbadensis), planta suculenta de la familia de las liliáceas, conocida desde hace muchísimos años por sus beneficios terapéuticos. Es especialmente reconocida su utilidad para la piel, como ayuda en el proceso de cicatrización de heridas; pero también en otras afecciones como, por ejemplo, los desórdenes digestivos. Sus efectos se deben a la capacidad antioxidante, antiinflamatoria y antibacteriana encontrada en sus componentes bioactivos, entre los que se encuentran la aloe-emodina, aloína o aloesina, que son capaces de actuar frente a componentes proinflamatorios que habitan nuestro organismo.
Se han realizado estudios para valorar la efectividad del aloe vera en el control de placa y gingivitis, utilizándolo como agente activo tanto en pastas de dientes como en colutorios; en algunos de estos trabajos se apuntan resultados similares a la clorhexidina. Sin embargo, las revisiones que analizan todos los estudios clínicos, aunque confirman cierta eficacia, puntualizan que muchos de estos trabajos tienen sesgos y su diseño es deficiente.
Por lo tanto, todavía no está bien definida la efectividad clínica del aloe vera en la higiene oral, ni tampoco se conoce cuál puede ser la concentración adecuada. Son necesarios nuevos ensayos clínicos bien diseñados para conocer más sobre su posible aplicación clínica.