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La postura corporal desempeña un papel fundamental en nuestra salud general, pero pocas veces se piensa en cómo afecta a la articulación temporomandibular (ATM), o en un término más convencional, la mandíbula.
La ATM es la bisagra que conecta la mandíbula con el cráneo y permite funciones esenciales como hablar, masticar y bostezar. Sin embargo, una postura incorrecta puede contribuir a la disfunción temporomandibular (DTM), una condición que causa dolor y otros síntomas molestos. En este artículo exploraremos la relación entre la postura y la ATM, y revisaremos las opciones de tratamiento disponibles para esta disfunción.

¿Cómo influye la postura en la articulación temporomandibular?
La postura de la cabeza y el cuello tiene un impacto directo en la salud de la ATM. Una mala alineación, como la cabeza adelantada o los hombros encorvados, puede ejercer una tensión innecesaria en los músculos de la mandíbula, cuello y espalda, aumentando el riesgo de desarrollar DTM.

Por ejemplo, una postura encorvada puede provocar que la mandíbula adopte una posición anormal, generando un desequilibrio en la articulación. Con el tiempo, este desequilibrio puede causar:

– Dolor en la mandíbula o la cara.
– Dificultad para abrir o cerrar la boca.
– Chasquidos o crujidos en la ATM.
– Dolores de cabeza frecuentes.
– Tensión en el cuello y los hombros.

¿Qué es la posturología y cómo puede ayudar?
La posturología es una disciplina que estudia la relación entre la postura corporal y diversas afecciones del cuerpo. Los especialistas en este campo analizan cómo factores como la posición de los pies, la columna vertebral y la mandíbula afectan al equilibrio corporal. En el caso de la DTM, la posturología puede ser una herramienta clave para identificar y corregir las causas subyacentes del problema.

Opciones de tratamiento para la disfunción temporomandibular
Si experimentas síntomas de DTM, existen diversas opciones de tratamiento que pueden ayudarte a aliviar el dolor y mejorar la función de la articulación. Aquí te presentamos algunas de las más comunes:
1. Férulas o placas de descarga
Las férulas dentales son dispositivos hechos a medida que se colocan sobre los dientes para reducir la presión en la ATM y prevenir el bruxismo (rechinar de dientes). Estas placas ayudan a relajar los músculos de la mandíbula y a proteger los dientes de daños adicionales.
2. Fisioterapia
La fisioterapia es una opción eficaz para tratar la DTM, especialmente si está relacionada con una mala postura. Los fisioterapeutas pueden trabajar en el fortalecimiento y estiramiento de los músculos del cuello, espalda y mandíbula. Además, enseñan ejercicios posturales para mejorar la alineación corporal y reducir la tensión.
Se usa en casos de bruxismo que no es lo mismo que DTM.
3. Corrección postural
La reeducación postural es esencial para tratar la DTM de manera efectiva. Esto incluye cambiar hábitos diarios, como la forma de sentarse frente a un ordenador o de dormir. En algunos casos, también se recomienda el uso de plantillas ortopédicas para mejorar el equilibrio corporal.
4. Medicación y terapias complementarias
Analgésicos o antiinflamatorios para reducir el dolor.
Relajantes musculares para aliviar la tensión.
5.Terapias como el yoga o la acupuntura para reducir el estrés, un factor que exacerba la DTM.

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