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Si tus encías tienen un color rosado, estás de enhorabuena; y es que esa coloración se asocia con una buena salud periodontal. Sin embargo, si presentan un aspecto blanquecino, enrojecido o amoratado, deberías acudir a tu dentista, porque esto es síntoma de que puede haber enfermedad o infección.La encía recubre y protege los tejidos de soporte del diente: el hueso, el cemento y el ligamento periodontal.

El color adecuado que indica que una encía está sana es el rosa pálido, y está relacionado con el grosor del epitelio, el grado de queratinización, la magnitud de la pigmentación y la vascularización.Sin embargo, hay ciertas variaciones en este color rosáceo que refleja salud periodontal. Y es que se producen cambios en función del tono de piel de cada persona, debido al grado de pigmentación melanótica.

Así, en diferentes etnias pueden observarse colores más oscuros en las encías que no están relacionados con la presencia de enfermedad. Aproximadamente el 15% de los europeos tienen pigmentaciones orales frente al 80% en asiáticos.Y también se debe tener en cuenta que algunas tinciones marrones o negras en la encía se deben a tatuajes por metales o al consumo de tabaco (que es, además, un factor de riesgo para tener enfermedad periodontal).Esta pigmentación se debe a la estimulación en la producción de melanina por los tóxicos del tabaco. En los grandes fumadores se presenta en el 30% de los individuos. No es una lesión maligna, y suele ser reversible tras un año o más de dejar de fumar.
La acumulación de placa dental y un cepillado poco eficaz, incapaz de lograr la óptima eliminación de esta placa, son los principales factores que van a desencadenar cambios negativos en la encía, siendo el color uno de los primeros signos de alarma. La encía inflamada se vuelve roja. Se acompaña también de pérdida de la consistencia, es decir, se vuelve menos firme, más fluctuante y aparecerá sangrado al cepillado e incluso espontáneo.
Afortunadamente, cuando la enfermedad afecta solamente a la encía (gingivitis), ésta podrá revertirse si ponemos remedio a tiempo y mantenemos una higiene adecuada.

Cambios en la mujer
Las encías de las mujeres, a lo largo de su vida, mostrarán diferentes aspectos en relación a los cambios hormonales, pudiendo en ocasiones incidir en su salud. Ya desde la adolescencia, el aumento de estrógenos y progesterona van a influir en la respuesta de la encía; ésta se muestra más sensible frente a irritantes y existe una mayor tendencia a la inflamación y sangrado. Estas hormonas producen, además, cambios en la composición de la placa dental.Esta situación también se reproduce durante el embarazo y la toma de anticonceptivos orales. Durante la menopausia, la encía puede ser más pálida, brillante y seca, ya que, además, se produce una disminución de la secreción de las glándulas salivares. También puede favorecerse la aparición de enfermedades como la gingivitis descamativa, una afección que cursa con un color rojo intenso de la encía, a veces acompañado de dolor intenso y descamación. En algunos casos se asocia a enfermedades más importantes, como los líquenes; por eso, es muy importante realizar su diagnóstico precoz.

Cuidado con las manchas blancas
Las manchas blancas en la encía se producen por el acumulo de placa dental, las aftas y las infecciones fúngicas por cándidas. Estas infecciones por hongos se pueden tratar con fármacos y antisépticos.Pero, igualmente, la presencia de manchas blancas también pueden sugerir la existencia de lesiones más importantes, como la leucoplasia6.Es importante visitar tu dentista para el diagnóstico y tratamiento de cualquier cambio en el color de tus encías. Cuanto antes se evalúe y se trate, mejor.