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Las personas con Alzheimer tienen generalmente una habilidad motora disminuida, por lo que les resulta difícil realizar un buen cepillado sobre todo en las fases avanzadas de la enfermedad. Asimismo, no sólo suelen olvidar de realizar el cepillado dental si no que además no recuerdan cómo se realizaba correctamente.
Todo ello hace que la higiene bucal empeore notablemente en estos casos, siendo habitual el desarrollo de trastornos tales como gingivitis, periodontitis, halitosis, pérdida dentaria y/o alteración en la masticación, que además de deteriorar su calidad de vida pueden también llegar a provocar un déficit nutricional.

En muchas ocasiones, los pacientes con demencia no priorizan la salud bucal y se abandonan, siendo los cuidadores habituales o los familiares los que tienen que hacerse cargo de las tareas básicas de higiene bucodental. Es fundamental que haya un contacto permanente entre el dentista, la persona afectada y aquellos implicados en sus cuidados para conocer qué grado de limitaciones tiene el paciente.
Se debe instaurar un tratamiento dental y periodontal en las fases tempranas de la demencia, sobre todo para evitar posibles pérdidas de piezas dentarias. En este sentido, los profesionales sanitarios deben divulgar y concienciar a la población de los beneficios que se obtienen mejorando la salud bucodental, sobre todo en personas mayores. Se debe insistir en una higiene bucal correcta, con cepillo manual o eléctrico, hilo de seda o cepillos interproximales y colutorios adecuados. Si realmente la periodontitis contribuye a la enfermedad de Alzheimer, una buena higiene dental puede ser una manera sencilla de frenar la progresión de la demencia.

¿CÓMO AYUDAR AL ENFERMO DE ALZHEIMER CON SUS CUIDADOS BUCALES?

1. Hacer del cepillado dental una rutina diaria de 2 a 3 veces al día.
2. Si se le ha olvidado cómo cepillarse, se aconseja que el cuidador se cepille los dientes delante suyo y guíe su mano.
3. Facilitarle al máximo la tarea; una simple acción, como ponerle la pasta dentífrica en el cepillo, puede ahorrar muchas dificultades
4. A veces cuesta colocar el cepillo dental o el hilo de seda en la boca del paciente sin que se enfade, por lo que es importante elegir el mejor momento del día para hacerlo, cuando esté más cooperador y calmado (no hace falta que sea a primera hora de la mañana y última de la noche).
5. Si tiene problemas para agarrar el cepillo, se puede utilizar un mango más largo, grande y grueso. Emplear un cepillo eléctrico bajo control también está recomendado y puede facilitar el cepillado.
6. Colutorios antiplaca están tambien recomendados, siempre que no se los trague.
7. Dentadura postiza: asegurarse de que se ajusta perfectamente y, si no es así, ir al dentista para que la retoque, evitando irritación de las encías y los problemas al masticar. Esta prótesis se debe extraer de la boca, limpiar y aclarar a diario, aprovechando esta situación para limpiar las encías con un cepillo suave.
8. El baño no es el único sitio para realizar el cepillado dental; a veces, es mejor hacerlo en un barreño encima de una mesa o en cerca del fregadero de la cocina.
9. Si el cuidado bucal en casa se hace muy difícil o muy molesto para el paciente y para el familiar/cuidador, acuda al dentista cada 2 o 3 meses para limpieza dental regular.
10. Realizar visitas regulares (2 veces al año) al dentista para descartar caries y realizar limpieza bucal.