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Las dudas más frecuentes tienen que ver con los analgésicos y antiinflamatorios. ¿Cuándo utilizar ibuprofeno, cuándo paracetamol o aspirina? ¿Qué debo tomar si me duele la cabeza, una rodilla o tengo fiebre?

1.Paracetamol

Se trata de un medicamento analgésico y antipirético que se utiliza para calmar los dolores leves, como dolores de muelas, cabeza, menstruación… Además, ayuda a bajar la fiebre y no daña el estómago, pero es importante saber que no está recomendado para personas con problemas hepáticos, ya que su consumo repetido puede dañar el hígado. El paracetamol no está indicado para personas con alergias o sensibilidad a determinados componentes de este fármaco. No obstante, en caso de embarazo, es el único fármaco que se puede tomar con total seguridad.

2.Ibuprofeno

Es también un analgésico y antipirético, pero, a diferencia del paracetamol, este fármaco también es antiinflamatorio. Por tanto, su uso es aplicable para dolores que impliquen inflamación, como lo son las torceduras, esguinces, dolores de garganta, musculares, enfermedades como artritis reumatoide, artrosis o gota. En este caso, si el dolor es un simple dolor de cabeza, recomiendan optar por el paracetamol, ya que el ibuprofeno puede resultar dañino para la mucosa gástrica. El ibuprofeno no está indicado para personas con problemas de hígado, de estómago, que hayan tenido alguna úlcera o hemorragia y está totalmente prohibido durante el embarazo, a excepción del periodo de lactancia, donde sí estaría recomendado al igual que el paracetamol. Es importante consumirlo siempre después de las comidas y nunca hay que superar la dosis recomendada diaria, ni alterar la duración del tratamiento.

3. Metamizol (Dipirona o Nolotil)

Es un analgésico, antipirético y antiinflamatorio que se utiliza para tratar dolores agudos. Este analgésico calma el dolor de tipo cólico o por espasmo muscular. Por ejemplo, puede aliviar un fuerte dolor de muelas, las molestias de un postoperatorio o un cólico nefrítico. También sirve para tratar las fiebres altas que no responden a otros medicamentos. Es importante tener en cuenta que se trata de un fármaco muy potente. Su efecto secundario más grave puede ser la agranulocitosis -la falta o disminución de granulocitos-, un tipo importante de glóbulos blancos producido en la médula ósea, y existen otros menos graves, pero también considerables, como alergias en las mucosas y en la piel y problemas digestivos. Además, se trata de un medicamento que produce bajadas de tensión, por lo que a un hipertenso podría modificarle la eficacia de los antihipertensivos. Para finalizar, bajo ninguna circunstancia, debe utilizarse si se ha ingerido alcohol ni durante el tercer trimestre del embarazo o el periodo de lactancia.

En resumen, en caso de un dolor agudo o fiebre es mejor optar, en primer lugar, por una de las dos opciones anteriores.

4.Aspirina (Ácido acetilsalicílico)

Se trata de un analgésico, antiinflamatorio, antipirético y antiagregante plaquetario. Se utiliza para calmar cualquier tipo de dolor leve o moderado (muscular, de cabeza, de muelas o menstruales), para bajar la inflamación y la fiebre y, además, inhibe laacumulación de plaquetas en los vasos sanguíneos. El uso continuado de este compuesto puede producir gastritis y úlceras, por lo que es importante tomarlo en las comidas o con algún alimento y mucha agua.

No está recomendada para menores de 18 años y está contraindicada para los procesos de gripe, ya que puede provocar el síndrome de Reye, un síndrome muy raro que produce un daño cerebral súbito (agudo) y problemas con la actividad hepática. No está recomendado para las embarazadas en ninguna fase del embarazo, ya que podría afectar al feto, salvo en algunos casos si existe riesgo de trombosis. Tampoco se deben tomar aspirinas si se es alérgico o se ha tenido algún sangrado estomacal, hemofilia o ataque de asma.