Nuestras publicaciones

Visítenos regularmente, le informaremos

Muchas personas sienten miedo al dentista y ante la idea de pasar por una clínica, pues experimentan una sensación de nerviosismo antes y durante la consulta.
Aunque la mayoría de pacientes terminan anteponiendo los beneficios que tiene para la salud bucodental una visita a la clínica, hay otros que experimentan ataques de pánico solo con pensar en ir.
Estas personas son las que han desarrollado odontofobia, un temor intenso y de carácter irracional hacia el dentista.Son, por ello, literalmente incapaces de sentarse en el sillón de un odontólogo.

¿Qué causa el miedo al dentista?
Es frecuente que el miedo al dentista se genere por alguna experiencia negativa anterior en una clínica dental, ya sea durante la niñez o en la edad adulta.
También es posible que ese temor haya sido infundado por una vivencia ajena, contada por familiares o amigos.
Pero sea cual sea el origen del rechazo hacia el dentista, es importante no dejarnos invadir por el miedo y llegar al punto en que nos impida acudir a nuestro odontólogo.Y es que evitar las revisiones o los tratamientos necesarios puede llegar a ser muy perjudicial para nuestra salud bucodental.

Problemas derivados de tener fobia al dentista
Las personas que no acuden con regularidad a sus revisiones odontológicas están comprometiendo seriamente su salud oral, pero también la general.
Y es que la boca es una puerta de entrada al resto del cuerpo, por lo que tiene relación con otras patologías y enfermedades. Así, las enfermedades periodontales afectan negativamente a la diabetes, mujeres embarazadas y a personas con problemas cardíacos.
Por tanto, ignorar las revisiones con el dentista va más allá del deterioro estético de la sonrisa o la pérdida de dientes. El miedo al dentista no puede ser un impedimento para que cuides tu salud bucodental y que dejes de ir a las revisiones recomendadas

7 consejos para superar tu miedo al dentista
Si eres una de esas personas con miedo al dentista, vamos a darte una serie de consejos y pautas que hagan más agradable tu paso por la clínica.

1. Infórmate sobre los procedimientos que combaten el miedo
Hace años, cuando la tecnología y el instrumental odontológico no estaban completamente desarrollados, era lógico tener miedo al dentista.Sin embargo, con los avances conseguidos en los últimos años, ya disponemos de tácticas muy avanzadas para asegurar la tranquilidad del paciente.
Una de las técnicas que favorecen la total relajación es la sedación consciente, que evita los episodios de estrés y ansiedad.
Además, puede utilizarse en cualquier tratamiento bajo petición del paciente.

2. Trata con el dentista tus preocupaciones
Antes de empezar cualquier tratamiento, es fundamental que tengas una cita con el odontólogo que lo va a llevar a cabo.
De esta manera, podrá ofrecerte una explicación de tu diagnóstico y del tratamiento que va a realizar para que no te vayas a casa con dudas sin resolver.
Es esencial que aproveches esta cita para transmitirle tus miedos, pues no solo reducirás la incertidumbre, sino que tendrás una mayor preparación para afrontar cualquier procedimiento.
Si es el dolor el aspecto que más te preocupa, el dentista te explicará todos los métodos disponibles para evitarlo, según cuál sea el tratamiento que va a realizar.

3. El horario de la cita también influye
Evita, en la medida que te sea posible, estar todo el día dándole vueltas al hecho de que tienes una cita concertada. Para ello, resulta muy útil ir a la clínica a primera hora de la mañana, para que te lo quites de encima cuanto antes.
En el caso de que el paciente sea un niño, evite llevarlo a la consulta en horas de siesta o al final del día, ya que el niño estará más cansado y menos receptivo.

4. Consulta la posibilidad de tomar medicación para relajarte
Si crees que te va a ayudar, pregunta a tu dentista si puedes tomar algún tipo de medicamento para calmar los nervios.
Eso sí, te recordamos que no tomes ningún fármaco sin consultar a tu médico u odontólogo.

5. En la sala de espera… no te limites a esperar
Los momentos previos a la entrada en el gabinete del especialista pueden ser los más tensos.

Por eso, nuestra recomendación es que intentes hacer algo que desvíe tu atención: escuchar música, leer, mirar el móvil…En definitiva, opta por cualquier alternativa para mantener la mente ocupada.

6. Aprende técnicas de relajación
También puedes aprovechar el tiempo de espera haciendo ejercicios mentales de relajación, para que cuando sea tu turno te sientas con confianza suficiente.
Una vez en el sillón del dentista, concéntrate en respirar de forma profunda y pausada, pensando en algo agradable.

7. Acuerda un gesto con el dentista si notas dolor
Saber que hay un gesto mediante el cual es odontólogo va a dejar de hacer lo que esté haciendo da mucha seguridad y te ayudará a controlar el miedo al dentista.
Resulta muy útil, por ejemplo, alzar el brazo izquierdo en caso de que sintamos incomodidad o dolor.
Es una buena manera de evitar hacer movimientos bruscos y, de este modo, el especialista sabe que debe darte un momento para descansar.

¿Cuál debe ser el primer contacto con el dentista?
Si tienes que someterte a un tratamiento que te da cierto temor, es muy beneficioso que tengas un primer contacto con la clínica dental haciéndote un procedimiento menor.
Por ejemplo, tienes la opción de solicitar una higiene dental profesional para que puedas conocer un poco más a los profesionales y las instalaciones.Así, tendrás más confianza para acudir a la siguiente sesión.
Conviene realizar este tipo de tratamientos al menos una vez al año.
Igualmente, es fundamental que escojas un profesional que te entienda, pues así te resultará más sencillo ponerte en sus manos.