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Los cambios hormonales que experimenta la mujer en determinadas etapas de su vida condicionan extraordinariamente la aparición de algunos trastornos bucodentales y estos, a su vez, se erigen en un problema de salud, especialmente en la pubertad, la menstruación , el embarazo y la menopausia. En esta situación, la información y prevención es clave.
La salud de las encías en la mujer depende a lo largo de toda su vida de un elemento que no controlamos: los cambios hormonales que experimenta durante la pubertad, embarazo y menopausia. Veamos qué pasa en cada etapa:

  •  Pubertad
    Alrededor de los 12 años, las niñas pueden sufrir gingivitis puberal, con gran inflamación de las encías a nivel interdental y vestibular. Está asociada a los incrementos de las hormonas sexuales, estrógenos y progesterona, que conllevan un aumento en la circulación sanguínea de las encías, lo que favorece la inflamación a causa de las bacterias.
    ¿En qué se traduce esto? A veces sangrado de las encías, una mayor predisposición a tener caries dental y también desarrollar problemas infecciosos.
    Esta situación suele ser transitoria y reversible tras la pubertad, al menos de forma parcial, pero es aconsejable la prevención, diagnóstico y tratamiento temprano de los problemas periodontales de las niñas y adolescentes acudiendo a un dentista.
  • Embarazo
    Los cambios hormonales durante este periodo afectan a los vasos sanguíneos de las encías, al funcionamiento de las células del periodonto (tejido que rodea y soporta los dientes), a las bacterias de la placa y al sistema inmune local.
    Si la embarazada tiene gingivitis o periodontitis previa al embarazo, el riesgo de tener un parto prematuro o un bebé de bajo peso se incrementa. También hay estudios que relacionan la enfermedad periodontal con el aumento del tiempo que una mujer tarda en quedarse embarazada.
    Varios estudios han demostrado un incremento en la inflamación de las encías durante los 9 meses de gestación, algo que suele desaparecer tras el parto. Esto se conoce como gingivitis del embarazo o gravídica, patología caracterizada por presentar encías agrandadas, intensamente rojas y que sangran fácilmente, con escasas cantidades de placa bacteriana.
    El sangrado de las encías durante el embarazo no es normal, no debería ocurrir y se debe diagnosticar y tratar correctamente. Por tanto, la exploración periodontal antes y durante el embarazo y el tratamiento de su patología es de vital importancia.
  • Menopausia
    En este periodo de vida de la mujer, disminuyen los niveles de estrógenos y de progesterona, es decir, cambios hormonales que disminuyen el efecto inflamatorio en las encías y se reduce la densidad de los huesos apareciendo la osteoporosis.
    En la boca se producen alteraciones significativas de los tejidos y cambios en la composición bioquímica de la saliva además de menor secreción.
    En mujeres menopáusicas puede aparecer la gingivitis atrófica, encías brillantes y secas, sangrado fácil y malestar bucal, con sensación de quemazón, sequedad y mal sabor, síntomas conocidos como «síndrome de boca ardiente».
    Especial mención debemos hacer a la osteoporosis, ya que puede ser un factor de riesgo para la enfermedad periodontal, debido a que se incrementa la pérdida de hueso alveolar.
    Por todo ello es fundamental el mantenimiento de niveles bajos de placa bacteriana: visitas periódicas al dentista/periodoncista ayudarán a identificar y tratar los problemas que vayan surgiendo. Y en el caso de estar tomando bisfosfonatos orales (tratamiento más frecuente para prevenir las fracturas osteoporóticas) se debe informar al especialista para que tome las medidas preventivas y terapéuticas oportunas.

    Recuerda, mujer: tu salud pasa por la salud de tus encías.